El pensamiento creativo es nuestra capacidad para analizar una idea o escenario propuesto y encontrar nuevas formas de resolverlo. Lo más importante es que esta habilidad no se limita a personas creativas como diseñadores, músicos u otros artistas. Muchas personas pueden beneficiarse de esta forma de pensar. También pueden obtener una serie de beneficios, además de la variedad de ideas que pueden inspirar el cambio. El pensamiento creativo puede ser estimulado tanto por procesos no estructurados (por ejemplo, la lluvia de ideas) como por procesos estructurados (por ejemplo, el pensamiento lateral). La creatividad es, por tanto, nuestra capacidad de crear cosas nuevas a partir de cosas existentes. Es nuestra capacidad para pensar de forma diferente y ofrecer nuevos ángulos y perspectivas a las soluciones. Esto puede traducirse en una nueva solución que no existe, o incluso en la constatación de la importancia de una mente creativa.